"Disfruta y aprecia todo lo positivo que cada día tiene para ofrecer, y
concéntrate en ello para eliminar el estrés y lo negativo."
Limpieza Energética con tu Mente
Para hacer una limpieza energética no siempre necesitas contratar a un profesional ni ir con un chamán a la cima de un cerro sagrado. Puedes tú mismo, en casa y en cualquier momento, hacer una eficaz limpieza de tus energías mentalmente, para mejorar tu cuerpo, tu mente y también los distintos espacios de tu hogar u oficina.Habrá muchas personas que descreerán de las limpiezas energéticas, imaginando escenarios de gurúes, inciensos y cánticos. Pero lo cierto es que cualquier persona puede realizarlas para mejorar su estado de ánimo, su salud y sus alegrías.
Se trata de liberarnos, al menos por algunos minutos cada día, de los pesares diarios de nuestro agitado estilo de vida. Debemos ser conscientes de lo que este estrés provoca en nuestro cuerpo y en nuestro humor. La limpieza energética con la mente es una ayuda a todo esfuerzo que podamos hacer para vivir mejor y en plenitud, conectándonos con nosotros mismos y con nuestro entorno de un modo íntimo y muy saludable. Se trata de tomar conciencia de lo que “somos”, lejos de los que “tenemos” y de donde “estamos”.
Cómo limpiar tus energías con la mente
Al efectuar la limpieza energética con tu mente, primero necesitas tomar conciencia de lo que haces. Lo imperativo es lograr despegarnos de la mentalidad diaria, esa que usamos (y que necesitamos) para vivir en el mundo moderno cada día. Los conceptos de bienes materiales, de dinero, del cuerpo y otros no se relacionan con el mundo de las energías. Vale decir: relájate, acalla la mente y deja ir esas preocupaciones por el dinero, el gusto o disgusto por tu cuerpo, los nervios por todo eso que “quieres”.Al momento de hacer la limpieza energética mentalmente, libera las emociones negativas. Respira profundo, pon música suave o alguna melodía que eleve tu espíritu. Procura apagar o silenciar el móvil, desconecta unos minutos el teléfono de tierra (o al menos reduce su sonido), elige un momento en el que no haya interrupciones. Ponte ropa cómoda, blanca o de colores vivaces. Quítate los zapatos, para sentir la tierra, el césped, la alfombra en tu piel. Libérate de lo malo, respira tomando conciencia del aire que ingresa en tus pulmones, y que sale cargando con lo malo, con el estrés, con el temor, las preocupaciones, todo lo negativo.
Así de fácil y de posible. Sólo necesitas tomar conciencia de ti mismo para comenzar con tu rutina de limpieza energética. No hace falta practicar poses, mantras ni cantos especiales. No debes recitar, ni meditar ni hacer nada que no tengas el deseo de hacer. Sólo concéntrate en lo positivo, aprecia los pequeños detalles (en tu cuerpo, en tu personalidad, en tu hogar), aumenta la apreciación de ellos, concéntrate en lo positivo que cada pequeño ítem tenga.
Usa los recursos que prefieras y que sientas cómodos de realizar. Meditar es una herramienta excelente, pero si no es la que prefieres usar, entonces busca la propia. Puedes cantar tus canciones favoritas, sonreír, bailar, jugar con tu mascota, cocinar ese platillo que te llena de gozo. También puedes hacer limpieza energética con otra de las herramientas más fáciles y efectivas: la visualización.