La aproximación del
Smarphone Sensing Group de la Universidad Dartmouth es bastante curiosa porque los
smartphones están catalogados como una de las mayores fuentes de distracción al volante y, sin embargo, con esta aplicación se pretende conseguir todo lo contrario. La aplicación, que se ha
desarrollado para dispositivos Android, utiliza la cámara frontal y trasera de los
smartphones y combina ambas imágenes para transformar el dispositivo móvil en
un sistema de monitorización de la carretera y del conductor.
Por un lado, la cámara frontal se utiliza para analizar los gestos faciales del conductor y detectar, por ejemplo, el cansancio por las veces que cierra los ojos (y los mantiene cerrados), es decir, esa sensación de dar una cabezada al volante que puede ser fatal y provocar un accidente. En caso de detectar síntomas de cansancio en el conductor, el terminal emitirá una señal y mostrará en la pantalla el icono de una taza de café para indicar que "nos debemos tomar un descanso".
Por otra parte, la cámara posterior se encarga de monitorizar la carreterapor la que circulamos (de hecho hay que colocar el terminal en un soporte en la luneta delantera para que nos enfoque la cara y a la vez se pueda enfocar la vía). Analizando la distancia que mantenemos con respecto a los vehículos que nos preceden, los cambios bruscos de velocidad o frenadas y, por ejemplo, la trayectoria que seguimos (leves desviaciones, invasiones de carril, etc) y combinando estos datos con el análisis facial, el sistema discrimina nuestro estado físico (cansancio) o atribuye nuestra peligrosa conducción a distracciones.
La aplicación es muy interesante y podría contribuir mucho a mejorar la seguridad en las carreteras de todo el mundo además de ser un impresionante ejemplo de procesamiento de imágenes en tiempo real porque no hay que olvidar que todo se hace en un smartphone (aunque la potencia de estos dispostivos cada vez es mayor).